No te voy a contar cómo tienes que hacerte una lista de objetivos para el 2018 que no vas a cumplir, y por la que te vas a sentir culpable al final de año.
Te voy a proponer una cosa. Que cambies una actitud. Solo eso.
¿Qué te parece si por este año, te propones no permitirte nada a medias? Ni a ti, ni a nadie, claro.
Me explico:
- No te quieras a medias: Si estás comprometido con tu felicidad, lo estarás a todos los niveles. Tan importante es tu salud física como la psicológica. Somos un todo. Y cuidar tus emociones es parte de tu autocuidado. No permitas que te traten mal ni que no valoren tu trabajo. Mímate, busca tus momentos de placer, de descanso, regálate un masaje, un spa, un libro y tiempo para leerlo en soledad y silencio. Toca tu guitarra, canta, saca a bailar ese don que tienes y que te hace fluir con el mundo.
Di no cuando tengas que decirlo. Aunque a veces te sientas culpable, reivindica tu derecho a no tener el “horno para bollos” siempre.
- No permitas que te quieran a medias: No caigas en el error de dejar que te traten como un lunes por la mañana a quien tú tratas como un viernes por la noche. Te va a hacer sentir mal doblemente. Por un lado, te va a dejar con un sabor amargo, y por otro, te va a hacer sentir que eres poca cosa. A demás, te cuento un secreto: nadie que valga la pena, trata con desinterés a otra persona. Si no te quieren mucho y bien, que tiren millas hacia otro lado.
- No permitas cuidarte a medias: Nunca me ha valido esa excusa de “como dulce o fumo porque es el único vicio que tengo”. Ningún hábito nocivo por único que sea, es saludable. Si estás comprometido con tu salud, lo estarás del todo. Esto es una evolución. No es necesario pasar de 0 a 10 en un día y eliminar todo lo malo de golpe. Pero reconocer que hay cosas que quieres mejorar y cambiar en tu vida, es un primer paso importante. Y créeme, cuando empiezas, una cosa llevará a otra.
- Rodéate de gente buena, no medio buena: Oigo muy a menudo eso de “es que cuando estamos bien, estamos muy bien”. No te agarres a medios días, habiéndolos enteros. Aplica a parejas, amigos y relaciones en general.
- Permítete sentir: Siéntelo todo y no te pongas barreras. Siente que te enamoras, y aunque te de miedo, síguelo sintiendo. Siente que miras a tu pareja y te encanta cómo es. O tal vez siente que ya no te gusta tanto como antes. Déjate sentir y que tus emociones te cuenten qué está pasando. Siente la tristeza también. Es necesaria. Nos hace darnos cuenta de lo que nos afecta, nos da información muy valiosa. Nunca le pongas límites a lo que está pasando, porque no puedes. Como mucho podrás mirar hacia otro lado un tiempo y fingir que no está ocurriendo. Pero eso, amig@, no funciona.
- Si no te encanta lo que haces en tu vida, vuelve a soñar despierto. Nos hemos acostumbrado a ser máquinas de producción, viviendo a medias. Pero ¿sabes qué? Hay otra forma de vida. Produce un poco menos y simplifica un poco más tu vida. No seas tan perfecto, acuérdate ;).
Os deseo un año mucho más conectados con vuestra esencia. Seguro que tenéis cosas muy interesantes que escuchar de vosotros mismos.